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Es evidente que los seres humanos nos volvemos más sabios con cada experiencia de vida. También, todos encaramos diferentes experiencias de vida; unas agradables y otras dolorosas. Indiferentemente de bajo que categoría estén ésas experiencias continuemos con el fluir natural de la vida. Eso, en mi opinión, es la clave de la Felicidad. De manera que adelante...fluyamos juntos... eso hace el camino mucho más divertido!


domingo, 22 de abril de 2012

La resistencia a la tristeza


Llevo tiempo pensando, analizando, investigando, mirando, escarbando, contemplando, sintiendo acerca de por qué todos nosotros los humanos nos resistimos tanto a sentir tristeza. Definitivamente, debe ser algo que hemos aprendido desde el comienzo del mundo. Posiblemente vinculado metafóricamente a la historia de Adán y Eva cuando perdieron la oportunidad de vivir en el ‘paraíso’ y se volvieron ‘pecadores’ por primera vez. Para mí lo que denomina el catolicismo como pecado es el hecho de perder la inocencia. Quizás lo que marca el comienzo de la resistencia a la tristeza en cada uno de nosotros es meramente eso; cuando perdemos la inocencia. Como vemos, los niños—el símbolo más puro de la inocencia—no tienen problema con dejarle saber al mundo cuando se sienten tristes; solo lloran, pataletean, gritan, en fin, dejan salir esa energía de su cuerpo. En cambio, cuando nosotros los adultos sentimos o creemos sentir algo relacionado o similar a la tristeza nos trincamos, dejamos de respirar (observen su cuerpo la próxima vez que empiecen a sentir tristeza) y hacemos todo lo posible porque ese sentimiento no pase por nuestro cuerpo. Podemos pasar minutos, horas, días, meses e inclusive años resistiendo ese sentimiento. Desgraciadamente, lo que uno resiste persiste por lo que esa tristeza hasta tanto no la dejemos fluir por nuestro cuerpo seguirá tocando la puerta de nuestro corazón.
Mi pregunta es… ¿quién nos dijo que la tristeza era ‘mala’? ¿Acaso no es necesaria? Pienso que si no fuese necesaria no existiría. Su existencia es tan importante como la felicidad o cualquier otra emoción catalogamos como positiva. La tristeza (aunque sea difícil de creer) nos permite estar conscientes de que estamos vivos.

lunes, 9 de abril de 2012

Recordando a Anne Frank


Ayer tuve la oportunidad de ver la película de Hollywood acerca del Diario de Anne Frank. Fue inevitable dejar que recuerdos fluyeran con la película. Específicamente, recuerdo cuando, gracias a mi abuela, a los nueve años me leí este libro por primera vez. 

A parte de lo conmovedora que es la historia acerca de la injusticia cometida en contra de los judíos durante la Segunda Guerra Mundial, el diario de Anne marcó mi vida. Me estremece recordar como vorazmente me leía las páginas de su escrito. Aparte de la curiosidad que sentía por saber que había pasado con ella como víctima del atropello Nazi, algo de sus palabras resonaba en mi interior. Quizás en ese momento no entendía que era lo que me llevaba a leer vorazmente el Diario de Anne Frank, pero en definitiva, esas palabras tuvieron un efecto en mi entonces y aún lo continúan teniendo.

 Me acuerdo cómo en solidaridad con Ana pensé en convertirme en judía y hasta se lo mencioné a mi abuela. Creo que desistí de la idea al ver la cara de mi abuela (opto por no describirla en este momento). A los 9 años pensaba que si me convertía en judía podía de alguna manera u otra ayudar a los judíos a ser más felices puesto a que yo cargaría con un poco de su sufrimiento. Me acuerdo como mientras leía el Diario me corrían las lagrimas por las mejillas; pensaba en la muerte de los judíos como si fuesen mi familia. Las historias de Anne fueron tan impactantes para mí que soñaba con las historias como si yo hubiese sido Anne Frank misma (hasta tuve sueños en los Campos de Concentración y las incineraciones). Sin embargo, nada podía pararme de seguir leyendo…encontraba que el mensaje de Anne no era solo de la muerte o como los humanos pueden llegar a ser bestias despiadadas…sentía que había algo más. Literalmente, sentía que Anne me estaba hablando a mí a través de su diario. La valentía y astucia de Anne me inspiraban; aspiraba a ser como Anne cuando fuera grande.

Ahora de adulta puedo decir que lo que Anne me transmitió a través de sus letras fue la conexión con la vida misma; ése sentido de que no importa que pase en la vida de uno, siempre, la vida es maravillosa en sí misma sin importar lo que está pasando afuera. Tal vez su inocencia de niña la hizo captar esto a pesar de su encierro y su dolor. Pienso que por este mensaje es que su libro es tan famoso. Los que la hemos leído nos hemos conectado con su mensaje. Al leer su libro uno se da cuenta de la naturaleza de toda la humanidad, es decir,  las ganas inherentes del ser humano de ser feliz a pesar de todo. Esto precisamente fue lo que me ha hecho admirarla desde mis 9 años. Anne es un digno ejemplo de la vida que se  impone ante la muerte e igualmente el triunfo de la luz sobre la oscuridad.  Anne nos inculca que ser feliz es solo cuestión de lo que uno escoge y que, sin importar las circunstancias, lo más importante es ser fiel a uno mismo. Además, Anne nos enseña que cuando uno hace las cosas de corazón, éstas fluyen libre y naturalmente. La fluidez de su corazón la llevó a materializar su sueño, aun después de la muerte, de convertirse en una escritora famosa. 

En realidad,la historia de Anne Frank materializa el mensaje que pretendo llevar a través de este blog: Vivir es fluir y fluir es vivir! Esta es la poción mágica para la felicidad aún dentro de los momentos más terribles de nuestra existencia. Gracias abuela por conectarme con Anne Frank! Gracias Anne por tu mensaje! 

Veroshk
(@Vroshk)

*** Veroshk es estudiante doctoral de Psicología Clínica (PsyD 2014) y combina la Astrología, el Tarot, la Numerología, Metafísica, el balance de los Chakras, la limpieza energética y los trabajos de creencias para ayudar a los individuos a tomar el control de su vida y alcanzar sus metas.  Es dinámica y accesible, lo que le permite tocar el corazón de las personas y transformar su vida.  De esa manera cumple con su propósito de servir al prójimo dentro de un camino espiritual. Trabaja consultas con cita previa.

lunes, 2 de abril de 2012

10 Tips Para Un Camino Espiritual


Debemos dejar atrás la visión de que el camino espiritual es solo para los monjes, monjas, sacerdotes, rabinos, ministros o personas muy devotas o religiosas. El camino espiritual es para todos nosotros.
Para mí, el camino espiritual no es otra cosa que vivir la vida misma conscientemente. En otras palabras, la espiritualidad se basa en poder desprendernos un poco de nuestra subjetividad y convertirnos en los observadores de nuestra propia vida.   De esta manera, el solo hecho de que podamos leer algo como esto nos hace vivir un camino espiritual y por consiguiente se puede decir que no hay que hacer nada especialmente grandioso (como vivir en un ashram o vivir la vida de celibato) para ser espirituales; solo hay que ser. Podemos encontrar la espiritualidad en todo lo que hacemos y en todo lo que nos rodea puesto a que siempre que logremos observar lo que ocurre entraremos en contacto con lo espiritual. Mientras más espiritualmente vivimos, mas fácil se vuelve la vida pues al observar nuestra propia vida podemos ver lo que funciona y lo que no funciona, lo que nos gusta y lo que no nos gusta, el dolor y la alegría, y como resultado podemos elegir lo que queremos para vivir mejor.